sábado, 30 de octubre de 2010

Bloedel Reserve

Hoy hemos ido a Bainbridge Island, pero esta vez a la Bloedel Reserve. Unos jardines que se dice son de los más espectaculares de Estados Unidos y no me extraña, una auténtica maravilla. Además ahora en pleno otoño y con el contraste de colores está precioso. Yo personalmente no he visto unos jardines más bonitos en mi vida y he disfrutado el paseo como una enana, lástima que el tiempo no nos haya acompañado: chispeando al principio y luego lloviendo bastante fuerte. Aún así, bien abrigados y con paraguas lo hemos disfrutado a tope.
Hemos tenido la suerte de ver un par de ciervos en la reserva. Después de la visita y hablando con una empleada nos comentó que la isla está llena de ciervos y que, como no hay depredadores, se han convertido en un verdadero problema porque se comen frutas, plantas y de todo y cada vez son más y más.

Aquí van algunas fotos, espero que os gusten tanto como a mi. Pinchadlas para verlas en alta calidad.




Los agujeros en el tronco están hechos por pájaros carpinteros (*)



Los lagos parecen espejos...








Cascada entre el verde

Plantas carnívoras











Ya tengo ganas de que llegue el invierno y volver a verlo todo lleno de nieve.

(*) Lo de los pájaros carpinteros no me lo ha dicho nadie, pero a mi me lo parece.

Haxor

Y aquí queda oficialmente presentado Haxor.
Se da desesperadamente a la bebida... así se las gasta él, y que nadie le diga nada.


Haxor

PD. Muchas gracias, Make, por enviarnos la foto. Es genial.

jueves, 28 de octubre de 2010

San Lorenzo de El Escorial

Sin duda lo que más llama la atención de este pueblo de la sierra de Madrid es su espectacular ubicación al pie del monte Abantos y su Monasterio que quita el hipo.
San Lorenzo de El Esocrial

Monasterio visto desde Abantos

El Real Monasterio del Escorial fue construido por Felipe II a finales del siglo XVI siguiendo los trazados de Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera.
El 10 de agosto de 1557 las tropas de Felipe II vencían en San Quintín a las tropas francesas del rey Enrique II. Felipe II hizo la promesa de que si vencían esta batalla levantaría un monasterio en honor del mártir del día, San Lorenzo. Se dice que la planta del edificio tiene esa forma de parrilla, en honor al santo, martirizado en Roma en una parrilla. Curioso, ¿no?. ¡Y tiene 2673 ventanas!.


Planta del Monasterio



Aquí en el Monasterio descansan en la basílica Felipe II y su padre Carlos I.
En el Panteón Real descansan los monarcas y reinas madres de Rey desde Carlos I hasta la actualidad (salvo alguna excepción como Felipe V que descansa en La Granja y Fernando VI que lo hace en las Salesas en Madrid) y en el Panteón de Los Infantes hacen lo propio el resto de familiares de los monarcas. No tienen desperdicio, dentro del Monasterio, la Sala de Batallas y la Biblioteca.

Tampoco se puede dejar pasar la oportunidad de visitar la Casita del Príncipe con sus jardines, ni dar un paseo por las calles visitando las Casas de Oficios y la plaza del Ayuntamiento. Muy agradable es pasear también por La Herrería y subir a la Silla de Felipe II a contemplar la vista del Monasterio desde allí.

Casita del Príncipe
Me encanta San Lorenzo, me encanta ir allí a pasar un fin de semana, pasear y descansar. Para mi es el pueblo más bonito de la comunidad de Madrid. Todo un lujo. Y lo echo de menos.
Y no sólo eso, si no lo bien que se come, especial mención merece el chocolate con picatostes del Hotel Miranda Suizo (en Floridablanca), ahora además que se acerca el invierno... ñam ñam. 

miércoles, 27 de octubre de 2010

Seattle desde el mar II

Seattle's Skyline


Se acabó lo que se daba, ya han vuelto el frío y la lluvia.
Por lo menos habrá que aprovechar estos últimos días de otoño con su colorido :)

viernes, 22 de octubre de 2010

Trafalgar

Fragmento de Trafalgar en el que habla Gabriel de Araceli momentos antes del combate:

" Entre los soldados vi algunos que sentían el malestar del mareo, y se agarraban a los obenques para no caer. Verdad es que había gente muy decidida, especialmente en la clase de voluntarios; pero por lo común todos eran de leva, obedecían las órdenes como de mala gana, y estoy seguro de que no tenían el más leve sentimiento de patriotismo. No les hizo dignos del combate más que el combate mismo, como advertí después. A pesar del distinto temple moral de aquellos hombres, creo que en los solemnes momentos que precedieron al primer cañonazo la idea de Dios estaba en todas las cabezas. Por lo que a mí toca, en toda la vida ha experimentado mi alma sensaciones iguales a las de aquel momento. A pesar de mis pocos años, me hallaba en disposición de comprender la gravedad del suceso, y por primera vez, después que existía, altas concepciones, elevadas imágenes y generosos pensamientos ocuparon mi mente. La persuasión de la victoria estaba tan arraigada en mi ánimo, que me inspiraban cierta lástima los ingleses, y los admiraba al verlos buscar con tanto afán una muerte segura. "

Trafalgar: primera novela de la primera serie de los Episodios Nacionales, Benito Pérez Galdós.

Batalla de Trafalgar

miércoles, 20 de octubre de 2010

Bon Jovi

Soy bastante cerrada de mente, lo soy ahora y lo he sido siempre. Siempre he tenido unos gustos bastante cerrados y de ahí es muy difícil que me muevan o me extiendan (vamos, que soy cabezota y ligeramente coñazo, para que nos vamos a engañar).
Y con la música más de lo mismo, siempre me han encantado Bon Jovi, hasta tal punto de que mis padres en vez de castigarme sin postre (que para mí eso no sería ningún castigo porque no comía un pimiento), me castigaban sin escucharlos. También me prohibieron ponerlo en los viajes (debí ser de lo más pesada con mi cinta a todas partes…) y conseguí que mi padre los aborreciera con todas sus fuerzas. El caso es que ya me he suavizado, pero aún así me siguen siendo imprescindibles para mi.
Y para mi ésta es, sin ningún tipo de dudas, su mejor canción.



martes, 19 de octubre de 2010

Atardecer en la bahía

Fotografía tomada en septiembre:


Barco en la bahía
 
Pinchad sobre la imagen para ver en grande.

domingo, 17 de octubre de 2010

Monopoly

Vaya semana más ajetreada llevo... hasta ahora no he sacado ni un ratito para esto.
Para lo que si saqué un rato fue para conseguir este monopoly de The Beatles, que es molón, molón:



En la tienda en cuestión había monopolys de todo tipo: de los Stones, de Elvis, John Wayne, los Simpsons, Snoopy, yorkshires, Seattle, padre de familia, Coca Cola, universidad de Washington... y hasta un anti-monopoly (que vete y pregunta).

domingo, 10 de octubre de 2010

Elefante rosa

Este elefante es francamente terrorífico, sobre todo cuando es de noche, se ilumina y empieza a dar vueltas. A ver si le hago una foto entonces.

Elefante rosa

viernes, 8 de octubre de 2010

Barni

Este peluche de aquí se llama Barni: tiene doble personalidad (como mucha gente), se está poniendo tonelete (por méritos propios y ajenos), no te devuelve la pelota cuando se la lanzas para jugar, tiene ya seis añitos y es albino.


Barni bostezando

 Le encantan las alfombras, meterse en casa de los vecinos (y quedarse allí hasta que el vecino se dé cuenta y lo devuelva), estar en medio de reuniones para no perder detalle y las madalenas. Cuando es verano: dormir patas arriba con las orejas dadas la vuelta, echarse la siesta sobre una determinada baldosa debajo del banco de la cocina, ponerse al sol de 12:00 a 14:00 y, por lo general, beber mucha menos agua que en invierno.
No le gusta nada que le soplen detrás de las orejas, tampoco que le levanten de las patas delanteras cuando está tumbado en el sofá, ni que la gente (en especial mi madre) hable por teléfono. Los que se dan besos por la calle o caminan con mochilas grandes tampoco le terminan de convencer.
Así es Barni, mi perro, un auténtico campeón.

jueves, 7 de octubre de 2010

Diez cosas mejores que hacer antes que ver ‘Eat, Pray, Love’


Diez cosas mejores que hacer antes que ver ‘Eat, Pray, Love’:
1.       Desde un segundo piso probar a lanzar una pelota de goma e intentar bajar corriendo por las escaleras a cogerlo antes que la pelota rebote en el suelo.
2.       Hacer una carrera de caracoles.
3.       Sentarte a orillas del  Lago Ness con una cámara fotográfica y esperar hasta conseguir la ansiada foto.
4.       Seguir el vuelo de una mosca sin perder detalle.
5.       Presentarte a un examen de álgebra por puro placer.
6.       Darme clases de canto hasta que logre entonar una melodía lo suficiente como para que se adivine lo que canto.
7.       Colocarte frente al espejo y observar como tranquilamente va creciendo el pelo (si tienes, si no simplemente espera a ver si crece).
8.       Reunir un rebaño de ovejas (una decena más o menos) y aprender a diferenciarlas por sus balidos.
9.       Hacer el viaje de avión Madrid-Seattle ida y vuelta, con escala en Atlanta, del tirón y volverlo a repetir si te has quedado con ganas de más.
10.   Comprarte guisantes diversos, cruzarlos unos con otros y comprobar por ti mismo las leyes de la herencia como ya lo hizo Mendel en su tiempo.

miércoles, 6 de octubre de 2010

A un olmo seco

  Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

    ¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

 
  No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

 
  Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

 
  Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas, 
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera

también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.



martes, 5 de octubre de 2010

Seattle desde el mar I

Estas fotografía la tomé desde un barquito saliendo a cenar, y esta vez con una cámara decente, se nota...


Faro de Alki Beach y Mount Rainier al fondo


lunes, 4 de octubre de 2010

¿En qué estará pensando Ray?

El 1 de noviembre sale a la venta lo nuevo de Ray Davies, See My Friends. Donde Ray recoge algunos artistas como Bruce Springsteen, Metallica o Bon Jovi y hacen versiones de éxitos de The Kinks.






Sólo he escuchado una versión, You Really Got Me interpretada con Metallica. Y no lo entiendo, no, no, no, no y mil veces no. ¿Por qué?, ¿por qué a estas alturas hace esto?, ¿necesita dinero?, pues que haga una gira. Cualquier cosa menos semejante destrozo...


http://www.youtube.com/watch?v=pkY4razN21k


Quizá no es todo el disco así, pero se me han quitado las ganas de descubrirlo.


Aquí va la original:


http://www.youtube.com/watch?v=dvyDWGF290M


Hoy, 4 de octubre, hace 40 años que murió Janis Joplin con 27 añitos nada más.

domingo, 3 de octubre de 2010

Turn!, Turn!, Turn!

The Byrds fue una banda estadounidense de mediados de los 60 que destacó principalmente por hacer versiones de Bob Dylan, para mi gusto superándolo en todas ellas.






Sin embargo, en el año 1965 llegaron al número 1 de las listas norteamericanas con una canción basada en contenido bíblico y que a mí me parece preciosa: Turn!, Turn!, Turn!.
El pasaje bíblico en cuestión es del Eclesiastés (Eclesiastés 3:1):
To everything there is a season, and a time to every purpose under the heaven:
A time to be born, and a time to die; a time to plant, and a time to pluck up that which is planted;
A time to kill, and a time to heal; a time to break down, and a time to build up;
A time to weep, and a time to laugh; a time to mourn, and a time to dance;
A time to cast away stones, and a time to gather stones together; a time to embrace, and a time to refrain from embracing;
A time to get, and a time to lose; a time to keep, and a time to cast away;
A time to rend, and a time to sew; a time to keep silence, and a time to speak;
A time to love, and a time to hate; a time of war, and a time of peace.


Y aquí os dejo la canción:


http://www.youtube.com/watch?v=W4ga_M5Zdn4


¿Os habeis fijado qué jovencito está David Crosby? (el segundo por la izquierda).

sábado, 2 de octubre de 2010

Mi recién estrenada ciudad

Hace poco viniendo del aeropuerto cogí una guía de la ciudad y hojeándola decidí ir a un parquecito una mañana que me apetecía dar un paseo (un GRAN paseo).
Menuda sorpresa cuando llegué y vi esto, las mejores vistas de la cuidad de Seattle.


Kerry Park, Seattle:











PD. Se aceptan donaciones para una cámara nueva. La necesidad es obvia.
PDII. Gracias a las dos primeras seguidoras del blog. Sois más majas que las pesetas :_)

viernes, 1 de octubre de 2010

¡En marcha!

¿Qué mejor manera de empezar esta nueva aventura que con un pedacito de mi?








Esta descripción de Mauro Requejo que hace Benito Pérez Galdós en su novela "El 19 de marzo y el 2 de mayo" (Episodios Nacionales, tercer libro de la serie primera) es simplemente perfecta.
Descripción de los pies a la cabeza que nos anima a no sentir ni una pizca de compasión por el personaje. Allá va (cuidado que es larga ;)):


            Don Mauro Requejo era un hombre izquierdo. Creo que no necesito decir más ¿No habéis entendido? Pues lo explicaré mejor. ¿Ha sido la Naturaleza o es la costumbre quien ha dispuesto que una mitad del cuerpo humano se distinga por su habilidad y la otra mitad por su torpeza? Una de nuestras manos es inepta para la escritura, y en los trabajos mecánicos sólo sirve para ayudar a su experta compañera, la derecha. Esta hace todo lo importante: en el piano ejecuta la melodía; en el violín lleva el arco, que es la expresión; en la esgrima maneja la espada; en la náutica, el timón; en la pintura, el pincel; es la que abofetea en las disputas; la que hace la señal de la cruz en el rezo, y la que castiga el pecho en la penitencia. Iguales disposiciones tiene el pie derecho; si algo eminente y extraordinario ha de hacerse en el baile, es indudable que lo hará el pie derecho; él es también el que salta en la fuga, el que golpea la tierra con ira en la desesperación, el que ahuyenta al perro atrevido, el que aplasta al sucio reptil, el que sirve de ariete para atacar a un despreciable enemigo que no merece ser herido por delante. Esta superioridad mecánica, muscular y nerviosa de las extremidades derechas se extiende a todo el organismo. Cuando estamos perplejos, sin saber qué dirección tomar, si el cuerpo se abandona a su instinto, se inclinará hacia la derecha, y los ojos buscarán la derecha como un oriente desconocido. Al mismo tiempo, en el lado siniestro todo es torpeza; todo subordinación, todo ineptitud; cuanto hace por sí resulta torcido, y su inferioridad es tan notoria, que ni aún en el desarrollo puede igualar al otro lado. La mitad de todo hombre es generalmente más pequeña que la otra; para equilibrarlas, sin duda, se ha dispuesto que el corazón ocupara el costado izquierdo.


            Hemos hecho tan fastidiosa digresión para que se comprenda lo que dijimos de don Mauro Requejo. Los dos lados de aquel hombre eran dos lados izquierdos; es decir, que todo él era torpe, inepto, vacilante, inhábil, pesado, brusco, embarazoso. No sé si me explico. Parecía que le estorbaban sus propias manos: el verle mirar de un lado para otro, creeríase que buscaba un rincón donde arrojar aquellos miembros inútiles, cubiertos con guantes sin medida, que quitaban la sensibilidad a los oprimidos dedos, hasta el punto de que su dueño no los conocía por suyos.


            Habíase sentado en el borde de la silla, y sus piernas, pequeñas y rígidas, no eran los miembros que reposan con compostura: extendiánse a un lado y otro, como las dos muletas que un cojo arrima junto a sí. Ya no le servían para nada, sino para arrastrar de aquí para allí los pesados pies. Al quitarse el sombrero, dejándolo en el suelo; al limpiarse el sudor con un luego pañuelo de cuadros encarnados y azules, parecía el mozo de cuerda que se descarga de un gran fardo. La buena ropa que vestía no era adorno de su cuerpo, pues él no estaba vestido con ella, sino ella puesta en él. En cuanto a los guantes, embruteciéndole las manos, se las convertían en pies. A cada instante se tocaba los dijes del reloj y los encajes de las chorreras para cerciorarse de que no se le habían caído; pero como tras la gamuza había desaparecido el tacto, necesitaba emplear la vista, y esto le hacía semejante a un mono que al despertar una mañana se encontrase vestido de pies a cabeza.


            Su inquietud era extraordinaria, como la de un cuerpo mortificado por infinito número de picazones, y cada pliegue del traje debía hacer llaga en sus sensibles carnes. A veces, aquella inerte manopla de ante amarillo, rellena de dedos tiesos e insensibles, partía en dirección del sobaco, o de la cintura, con la ansiosa rapidez de una mano que va a rascar; pero se contenía, subiendo a acariciar la barba recién afeitada. También movía con frecuencia el cuello, como si algún bicho extraño agarrado a su occipucio juguetease en el pescuezo entre el pelo y la solapa. Era el coleto ensebado que irreverentemente se metía entre piel y camisa o escarbaba la oreja. La mano de ante amarillo se alzaba también en aquella dirección; pero también se detenía, pasando a frotar la rodilla.


            La cara de don Mauro Requejo era redonda como una muestra de reloj; no estaba en su sitio la nariz, que se inclinaba del un hemisferio buscando el siniestro carrillo, que, por obra y gracia de cierto lobanillo, era más voluminoso que su compañero. Los ojos, verdosos y bien puestos bajo cejas negras y un poco achinescadas, tenían el brillo de la astucia, mientras que su boca, insignificante si no la afearan os dos o tres dientes carcomidos que alguna vez se asomaban por entre los labios, tenía todos los repulgos y mohines que el palurdo marrullero estudia para engañar a sus semejantes. La risa de don Mauro Requejo era repentina y sonora; en la generalidad de las personas, este fenómeno fisiológico empieza y acaba gradualmente, porque acompaña a estados particulares del espíritu, el cual no funciona, que sepamos, con rigurosa precisión de una máquina. Muy al contrario de esto, nuestro personaje tenía, sin duda, en su organismo un resorte para la risa, de la cual pasaba a la seriedad tan bruscamente como si un dedo misterioso se quitara de la tecla de lo alegre para oprimir la de lo grave. Yo creo que él en su interior pensaba así: “Ahora conviene reír”, y reía.


Yo conozco a unos cuantos tipos izquierdos... ¿y vosotros?.